Esta era una manera más de cocinar la castaña en la Galicia rural de antaño, por ello podía llegar a formar parte de todos los menús diarios, al desayuno se preparaba con leche, al mediodía se utilizaba como guarnición, y por la noche podían tomarse asadas o cocidas. La castaña tiene un gran valor nutritivo. Es rica en hidratos de carbono de absorción lenta, lo que hacía que produjera sensación de saciedad durante más tiempo. También contiene vitaminas del grupo B, magnesio y cobre, este último ayuda a prevenir y combatir la anemia, por ello antiguamente también formaban parte de la dieta de personas enfermas.