Este famoso queso gallego, se producía originariamente en la zona sur de la provincia de Coruña y el norte de la de Pontevedra. Es una fuente importante de proteínas, que ayudan en el desarrollo muscular, y de calcio y fósforo por lo que es adecuado para épocas de crecimiento ya que estos minerales ayudan en el mantenimiento de huesos y dientes. La miel que acompaña al queso, aporta energía por su gran contenido en azúcares. Por su contenido en ácido fólico, ayuda en la producción de glóbulos rojos, previniendo la anemia. Debido a que contiene cobre, magnesio, zinc y acido ascórbico, ayuda al sistema inmunológico.