Antiguamente el requesón fue un derivado lácteo muy apreciado. Se obtenía dejando actuar a la naturaleza, dejando la leche en una olla de barro para que se cuajara de forma natural y se le añadía limón para que cuajase. En muchas ocasiones se le añadía miel, y excepcionalmente azúcar, y era muy habitual en Galicia que se consumiese junto al lar.