Los guisantes son una buena fuente de fibra, que ayuda a reducir el nivel de colesterol y a mejorar el tránsito intestinal. También aportan proteínas, siendo interesantes en la dieta de vegetarianos. Destaca su contenido en vitamina B1 o tiamina, que es muy importante para el sueño, el estado de ánimo y el apetito. Por su parte, los langostinos, ricos en proteínas suponen un importante aporte de yodo, imprescindible para la síntesis de las hormonas tiroideas. Su contenido en colesterol y en purinas es elevado por lo que no son aconsejables para personas que siguen una dieta baja en ácido úrico.