También conocido como lubrigante, es de los más tradicionales y apreciados en Galicia. La carne de un buen bogavante cocinado es blanca, con hilos rojizos, brillante, compacta, firme, poco grasa, muy sabrosa, perfumada, de gran valoración culinaria y rica en proteínas y sales minerales. Cocido y servido con varias salsas, es la forma más habitual de prepararlo, pero para conocer su sabor en estado puro, la mejor forma es simplemente cocido. La carne del bogavante contiene ácidos grasos omega 3, sustancias que reducen el riesgo de enfermedades cardíacas. Es rico en proteínas, potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro, zinc y vitaminas A, B2 (riboflavina), B3 (niacina), B6 y B12.