Este crustáceo presenta un contenido alto en grasas, mono y poliinsaturadas, que son beneficiosas para reducir los niveles de colesterol y de triglicéridos en sangre, reduciendo el riesgo de producción de trombos y coágulos. Aporta proteínas y vitaminas del grupo B, entre las que destaca por su proporción la B9 o ácido fólico, por lo que es un producto muy recomendable para mujeres gestantes, por la prevención de la espina bífida en el feto, y también contiene vitamina B3. Entre los minerales, destacan especialmente zinc y yodo, este último esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides.