La carne de conejo tiene un bajo contenido en grasa, por ello se le considera una carne magra, y también posee un bajo nivel de colesterol. Debido a su bajo contenido en sodio y en ácido úrico, pueden consumirlo sin problemas las personas hipertensas y con niveles elevados de ácido úrico en sangre. El marisco que acompaña al conejo, en este caso gambas y langostinos, aportan una cantidad interesante de proteínas, además su contenido en grasas es bajo, y son de buena calidad por los ácidos grasos omega 3 que contienen. Los langostinos presentan un elevado contenido en yodo. Al contrario que la carne de conejo, las gambas y langostinos no son aconsejables en personas con ácido úrico elevado y dietas hiposódicas, debido a su contenido en sodio y purinas.