La lubina habita en el Atlántico y el Mediterráneo. Es uno de los pescados con menor contenido en grasa, por ello esta sencilla forma de prepararlo es idónea para dietas hipocalóricas y además permite apreciar mejor la finura de su carne. Aporta ácidos grasos omega 3, que contribuyen a la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Las vitaminas del grupo B son las más significativas en la composición de las lubinas, en concreto la B12. Los minerales en mayor cantidad son el potasio, fósforo, hierro, sodio y magnesio. Se trata de componentes que intervienen en la regulación del sistema nervioso, la actividad muscular, el equilibrio de agua en la célula, formación de huesos y dientes, procesos de obtención de energía y sistema digestivo.