En Galicia se han comido tradicionalmente ostras. Además de comerlas crudas, se consumían en escabeche, colocándolas en barriles que lo contenían. Ya en el siglo XV, en los mercados, su precio era algo elevado. Hoy en día la ostricultura predomina a lo largo de las rías bajas, en “o carril”, o en la isla de Cortegada, ya que los bancos naturales han ido desapareciendo con el aumento de su consumo.