Hoy en día es muy habitual encontrar setas como plato principal o como guarnición en la gastronomía. En tiempos pasados no ocurría lo mismo, puesto que los gallegos junto con griegos e ingleses temían incluso tocarlas. Las setas tienen un bajo contenido calórico ya que contienen gran cantidad de agua, por lo que son adecuadas para dietas de adelgazamiento. Tienen un alto porcentaje proteico. Debido a su contenido en celulosa, su digestión se hace un poco pesada. Están desaconsejadas para personas que padecen gota y exceso de ácido úrico, por su contenido en purinas.